Conferencia de Monseñor Juan José Aguirre, Obispo en Centro África

25 de Noviembre de 2014

 
El 13 de noviembre, monseñor Juan José Aguirre realizó la charla "Misionero en tierras de violencia". En ella abordó temas como la persecución a los cristianos en Centro África y su labor pastoral en medio de la extrema pobreza y las graves enfermedades que afectan al continente.

En una interesante charla, organizada por Ayuda a la Iglesia que sufre, el obispo español de la diócesis de Bangassou en Centro África nos relató su experiencia de misión durante más de 30 años en ese lugar donde los católicos son fuertemente perseguidos por los rebeldes islámicos. Además, monseñor Aguirre visitó distintas parroquias, colegios, universidades y movimientos, y celebró misa en la Catedral Metropolitana.

A continuación, reproducimos el artículo publicado por Ayuda a la Iglesia que Sufre:

Hace 34 años, Mons. Aguirre llegó a República Centroafricana, el 2º país más pobre del mundo, con una esperanza de vida que no llega a los 50 años y más de 600 mil desplazados internos. Se fue, como él dice, “a llorar con los que lloran”.

Su diócesis, Bangassou, tiene 400.000 habitantes. Ser obispo allí es duro. Es un país sacudido por la violencia de numerosos grupos armados que han destruido todo el territorio dejando un reguero de sangre y terror. “Cuando la Iglesia está amenazada, el obispo no puede irse”, nos dijo.

“He intentado servir a mi pueblo, contar las lágrimas de mi pueblo, intento estar con mi pueblo. Intento estar en todos lados dando ánimo y coraje, pero en muchas ocasiones son los laicos los que han venido a darme ánimo. Me dicen ‘adelante, ten confianza en el Señor, aunque camines por valles oscuros, el Señor está contigo, especialmente contigo’”, aseguró el obispo. “Si han puesto precio a tu cabeza y todavía estás vivo, es obra del Señor”, dijo.

“En marzo de 2013 los Seleka, radicales islamistas, nos invadieron y nos pisotearon. Nos robaron los coches que teníamos y nos metieron en un pozo. Vivimos una suerte de tsunami, un huracán. Durante 6 meses fuimos exfoliados de todo. Comenzaron por las misiones católicas. Dice el Fondo Monetario Internacional que retrocedimos 10 años durante ese tiempo”, denunció el obispo.

“Nosotros hemos dicho que nos quedamos con la gente, porque tienen miedo. Hemos dicho: vamos a normalizar el día a día. Que los niños pudieran ir a la escuela, que no se dejaran dominar por el terror que los grupos querían imponer, que se distrajeran con la escuela, con alguna ocupación. Pusimos en marcha esta barcaza, que lleva a los niños a la escuela de la misión. En ese río hay cantidad de caimanes”.

“El destino ha hecho que este niño haya nacido en Centroáfrica. El seguramente tendrá malaria, si tiene suerte no atrapará el SIDA. Como en toda África, comerá sólo una vez al día. Su vida será muy difícil“.

“Vivimos con una población que ha sido robada, que ha sido agredida, que ha sido violada… En África, cuando todos se van, la última que se apaga es la luz de la Iglesia”, nos dijo.

FUENTE: AIS Chile 

Escucha la charla que realizó en nuestra parroquia, en este link.

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